¿Sabías que no eres perfecto y no tienes que serlo?

Alguna vez te has preguntado… ¿Cómo podemos estar exigiéndonos tanto los cuidadores, en determinadas situaciones dentro de la diversidad/dependencia? Yo sí, me lo preguntaba muy a menudo y por ello aquí y ahora comparto contigo mis reflexiones.
Sé que muchas veces te sientes desbordada por que has adquirido demasiado compromisos.
Como sabrás si has leído mi Web (sobre mí), verás que he pasado por varias figuras, a nivel familiar (con Sergio, mi hijo) y profesional (Servicios Social- dependencia), simultáneamente.
Querer que cada paso que das «SEA PERFECTO» y no cometer «ERRORES» es un objetivo irreal.
Sabes que alcanzar la perfección es imposible, por tanto no insistas en afligirte cuando no lo logras. En este post quiero sugerirte que practiques «La Autocompasión» cuando esto te suceda.


¿Y qué significa tener compasión por uno mismo?


La compasión como tal significa un sentimiento de tristeza que produce el ver padecer a alguien y que impulsa a aliviar su dolor o sufrimiento, a remediarlo o a evitarlo. Partiendo de este concepto la autocompasión es ver, sentir y querer aliviar nuestro propio dolor.

Tener compasión también significa que ofreces compresión y amabilidad a los demás cuando fallan o cometen errores, en lugar de juzgarlos con dureza.

Finalmente cuando tienes compasión por el otro te das cuenta de que el sufrimiento, el fracaso y la imperfección son parte de la experiencia humana compartida.


La autocompasión implica actuar de la misma manera contigo mismo cuando estas pasando por un momento difícil, fallas o notas algo que no te gusta de ti mismo. En lugar de simplemente ignorar tu dolor, detente para decirte a ti mismo » esto es realmente difícil en este momento», ¿Cómo puedo consolarme y cuidarme en este instante?


En lugar de juzgarte y criticarte sin piedad por varias deficiencias, la autocompasión significa que eres amable y comprensivo cuando te enfrentas a fallos personales después de todo, ¿Quién dijo que se suponía que eras perfecto?


Te recomiendo seas cálido contigo mismo cuando sufras, en lugar de ignorar tu dolor o flagelarte con la autocrítica. Se autocompasivo y reconoce que ser imperfecto, fallar y experimentar dificultades en la vida es inevitable, por lo que sé amable contigo.


No siempre se puede conseguir lo que uno desea y a veces te sientes sola e incomprendida, si estás en esa situación te invito a que pidas una sesión de valoración gratuita.

Cuando esta realidad la aceptes con empatía y amabilidad, aumentará tu autoestima, tu estado de ánimo y desarrollarás esa compasión hacia ti.


Espero tus sugerencias y preocupaciones, cuéntame por aquí, si te ha servido este contenido para hacer los cambios pertinentes en ti a partir de ahora. Me gustará leerte.


¡Abrazo de luz a tu corazón!  

Terapia de familia, discapacidad. Mary Carmen Perez Tapia
Terapia de familia, discapacidad. Mary Carmen Perez Tapia

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